Una cantante de ópera o Jorge Lívido de Magaña

A ver de qué diablos sirve esto… Jorge Lívido es un estudiante recién graduado como químico en alguna universidad gringa. Hijo de un comandante policiaco de mentalidad obtusa y mínima preparación o lo que es lo mismo, bajos niveles de barnices culturales humanísticos y poseedor de una connotada frialdad-brutalidad, típicas de un policía mexicano que sin embargo, sigue manteniendo amorosamente a su hijo Jorgito, pues este aún no ejerce su profesión. Jorgito aprendió en U.S.A. -además de eficaces principios de la química, que acercarse a la Biblia Evangélica, es el camino indispensable para vivir una vida recta y correcta. Se sugiere que él es un muchacho encantador y de extrema belleza.

La señora en su balcón

Clara: -¿Qué voy a hacer? Iré al encuentro de Nínive y del infinito tiempo. Es cierto que ya he huido de todo. Ya sólo me falta el gran salto para entrar en la ciudad plateada. Quiero ir allí, al muladar en donde me aguarda con sus escalinatas, sus estatuas y sus templos, temblando en el tiempo como una gota de agua perfecta, translúcida, esperándome, intocada por los compases y las palabras inútiles. Ahora sé que sólo me falta huir de mí misma para alcanzarla. Eso debería haber hecho desde que supe que existía. Eran inútiles las otras fugas. Sólo una era necesaria.

Se lanza por su balcón…

lachicaqueobserva contestó… y yo lo incluyo aquí para agregar las fotos que la nota no me deja

 

 

La provocación funcionó

La chica que toma nota se quedó pensando cosas, muchas, y con la provocación más.

Por lo pronto, como heredera de dos tradiciones que establecen fronteras entre algunos lados que me conforman, sí, doy fe de lo que dice Celia: «Los pleitos de familia son una cosa tremenda».

me cuelo en el post para comentar con este vídeo porque desde fuera no puedo ponerlo